Buena parte de las bodas que fotografío cada temporada son lejos de casa. Este año he estado en Las Palmas, Barcelona por partida doble, Almería, Santander, Cáceres, Francia, Comillas, Granada, La Vera y Murcia. Y la verdad hay veces que se me hace duro, tantos kilómetros de carretera y manta y muchos fines de semana lejos de mi familia.
Pero como dice mi madre “sarna con gusto no pica” porque conocer mundo y gente es parte de nuestra identidad y esta boda en la Provenza francesa es una buena muestra de ello. Gracias Mariví y Ben por llevarme hasta allí y muy especialmente a la familia de Mariví que me hizo sentir como en casa. Aunque a veces sea agotador, las experiencias se quedan en el recuerdo y hacen que todo el esfuerzo merezca la pena.
Vestido de la novia Valenzuela Atelier
Tocado Olivia & Cloe
Vestidos niños Atelier La Nonna