Lucía y Luis

Tras una larga temporada en el olvido, me dispongo a retomar este blog que tan importante fue en nuestro camino. Y lo hago por necesidad. Porque echo de menos viejas costumbres.

Mi relación con las redes sociales no es buena. Lo confieso. Me estresan y me agotan. Un monstruo que siempre tiene hambre y muchas veces no distingue lo que le das de comer. Hace no tanto tiempo disfrutábamos de la fotografía a través de los libros. Yo tengo muchos y no soy viejo. Podías tocar las fotografías y ver el detalle en libros de buen tamaño. Así tengo en casa a García Rodero o Sebastiao Salgado por poner un par de ejemplos y os aseguro que la experiencia es más que recomendable. Alguno la tendrá olvidada y otro no lo habrá hecho nunca. Luego pasamos a los blogs y páginas web. Cambió el medio y se multiplicaron las posibilidades. Mucho espacio y todavía en tamaño aceptable. Y de ahí a las redes sociales como único lugar en el mundo, para mostrar nuestro trabajo y personalidad en puñados de fotos y mensajes en móviles de seis pulgadas los más afortunados. Creo que estamos haciendo un mal negocio.

Por todos estos motivos resucitar este blog se ha convertido en una necesidad. Creo que es la mejor manera de mostrar la esencia de Retrato de un Instante. Lo que somos. Nuestra originalidad.

Y qué mejor motivo para nuestra vuelta que la boda de Lucía y Luis en Pedraza. Un lugar que conocemos bien y al que siempre estamos encantados de volver. Un trabajo sencillo, como estos novios, que nos representa muy bien.

Vestido de Lucía Luneville, celebración De Natura.